5 libros clásicos sobre feminismos interseccionales
En la segunda ola del feminismo, sobre todo occidental-anglosajón, las feministas blancas hablaban de todos los derechos para todas las mujeres; hablaban de solidaridad entre mujeres y salían a las calles a reclamar liberación sexual y anticonceptivos, pedían las mismas oportunidades que los hombres en el ámbito público y no seguir esclavas de los trabajos domésticos. Pero al final del día, las mujeres de color (afroamericanas, chicanas, asiáticas y de otros orígenes no occidentales), no estaban representadas en esos discursos y prácticas políticas. De ahí que las primeras teóricas afroamericanas y chicanas comenzaron a cuestionar el racismo que se escondía de fondo en ese feminismo blanco, de clase media con un toque intelectual.
Para estas autoras, fue fundamental colocar en los discursos y prácticas colectivas feministas los elementos de la clase social, el sexismo, el color de piel y otros puntos identitarios para pensar la liberación de las mujeres; sobre todo de las más pobres y excluidas por sistemas políticos y culturales basados en privilegios e ideas de supremacía blanca, heterosexual y liberal. En un primer momento, como este trabajo lo hacían mujeres afroamericanas y chicanas dentro del contexto norteamericano, pronto, el análisis interseccional comenzó a ganar adeptas en otras partes del mundo, como lo fue Gran Bretaña, y sus colonias-ex colonias, Francia y otros países de Europa central. Gracias a teóricas y activistas de color, desde finales de la década de los 70’s el discurso general del feminismo liberal y blanco fue fuertemente cuestionado, como hasta la fecha.
El análisis interseccional está muy relacionado con la historia del feminismo afroamericano, movimientos diáspora en Europa central y los estudios decoloniales. Ya desde la resistencia y movimiento abolicionista de Sojourner Truth y la Declaración del Colectivo Río Combahee, se sumaron biografías, poesía y ficción de mujeres que escribieron de manera profunda sobre la exclusión, el sexismo, la pobreza, la criminalización y el racismo que vivían como mujeres de color. Fue la abogada, activista y académica Kimberlé Williams, quien teorizó sobre la interseccionalidad. Tomando en consideración la realidad afroamericana, ella hablo cómo la opresión, la dominación o discriminación que viven las personas, están marcadas por elementos identitarios como el género, la raza, la clase social, la (dis) capacidad, la orientación sexual, la religión, la edad, la nacionalidad, el estatus migratorio y demás. Todos estos elementos, y más, actúan de manera simultánea en cómo nos presentamos ante el mundo y cómo los otros nos miran, nos ubican, nos estereotipan.
Algunas feministas nos asumimos desde el feminismo interseccional porque tomamos conciencia de las múltiples variables que nos colocan ya sea en espacios de exclusión o discriminación, o de privilegios limitados, sobre todo en experiencias migratorias o cuando nuestros países están atravesados históricamente por el trauma de la conquista y la colonización. Ya en otros textos, he hablado sobre mi experiencia como mujer emigrante en Reino Unido y los retos que he tenido en el tema del lenguaje, en reconocerme políticamente como mujer de color y de las formas sutiles que hay en este país para discriminar y normalizar el privilegio blanco. Pero mi experiencia no es algo particular, es algo que encuentro cada vez, como un patrón común en mujeres de la comunidad latinoamericana, afrodescendientes y de otras minorías étnicas que han hecho de Londres su hogar. En otro texto me extenderé un poco más en esto y cómo la islamofobia es otro gran tema de la interseccionalidad.
Pero cuando reflexiono en la realidad mexicana o latinoamericana donde nuestros relatos históricos están marcados por los traumas de la conquista, la colonización, una historia liberal basada en el blanqueamiento cultural y un México revolucionario que aspiró a la modernidad idolatrando al indígena, pero promoviendo el racismo y paternalismo en nuestras comunidades indígenas y mestizas (sin olvidar que invisibilizó a las poblaciones afromexicanas), me digo que ¡la historia patria nos ha hecho mucho daño! Porque a través de relatos lineales se normalizó el privilegio criollo: pensar que lo mejor está en Europa, fuera de México y mirando hacia el norte, porque es allá donde el desarrollo y el bienestar se encuentra. ¿Qué acaso esa visión no es colonizadora? ¿Qué no es colonización cerrar los círculos de intelectuales, escritores, académicos, empresarios y gente en el poder con apellidos extranjeros, para conservar ideas de superioridad de acuerdo a la educación, a los lazos familiares y políticos? El color de piel, la complexión física y el origen social siguen siendo determinantes para que mujeres mexicanas puedan alcanzar la plena ciudadanía y romper ese techo de cristal que nos miente al decirnos que hoy día gozamos de las mismas oportunidades, no importando si eres una joven universitaria que vive en Chalco o universitaria que vive en Santa Fe. ¡No es lo mismo! Por ello es que el feminismo interseccional ayuda a entender estas tensiones entre el privilegio y las exclusiones; nos ayuda a desmotar el discurso general de que todos los derechos para todas, pues si así fuera, ya habríamos pasado de hablar de seguridad y autodefensa a planear el desarrollo desde una perspectiva de género…
Desde estas reflexiones comparto con ustedes cinco sugerencias de libros que nos acercan de manera clara a la teoría feminista negra e interseccional. Son escritos que deben ser releídos a partir de nuestra realidad, tomando en cuenta los retos a los que hoy nos enfrentamos y ver de qué manera éstas propuestas pensadas en los 70’s pero publicadas en los 80’s, siguen vigentes. En otra entrega escribiré sobre literatura e interseccionalidad. Por ahora, aquí un entre desde ensayos, a la teoría.
El feminismo es para todo el mundo. Bell Hooks. Un clásico de la teoría feminista negra. Este texto está compuesto de varios ensayos muy personales donde Bell Hooks va haciendo una genealogía de la necesidad de impulsar el feminismo, como una práctica política que dota de sentido, esperanza y resistencia a cada generación. Traza cómo surgieron los primeros espacios feministas, como se institucionalizaron los estudios de género y de la mujer en universidades, la importancia de la sororidad, las identidades sexuales y propuestas de lo que sería un feminismo global interseccional.
Disponible aquí https://www.traficantes.net/sites/default/files/pdfs/TDS_map47_hooks_web.pdf
La hermana, la extranjera. Audre Lorde. ¡Este texto es increíble! ¡Uno de mis favoritos porque esta lleno de enseñanzas para el empoderamiento! Cuando lo leía, muchas de las cosas que decía Lorde sobre la rabia y el silencio que nos ha impuesto la cultura patriarcal y el miedo por reconocernos, negras, mestizas, diferentes, lesbianas, debe ser un detonante para la creatividad en pos de destruir la casa del amo (patriarcado sexista, clasista, racista, etc.).
Mujeres, raza y clase. Angela Davis. Un clásico que nos descubre las entrañas del racismo, la pobreza y el sexismo entre mujeres afroamericanas, tomando como punto de partida lo que fue la esclavitud y sus efectos en las vidas de las mujeres, que al vivir en “libertad”, otras formas de esclavitud tomaron forma en la cultura y los estereotipos sobre las mujeres negras.
La nueva mestiza. La frontera. Gloria Anzaldúa. Es un libro muy performativo donde Anzaldúa recorre de manera crítica la construcción de la frontera entre México y los Estados Unidos, y sus efectos en las mujeres que quedaron del lado gringo; las herencias negadas de la cultura indígena y el empoderamiento a través del lenguaje y la sexualidad. Pionero en el feminismo interseccional chicano y los estudios lésbicos y queers. ¡Uno de mis libros favoritos!
Esta puente, mi espalda. Voces de mujeres tercermundistas de los Estados Unidos. Cherríe Moraga y Ana Castillo (compiladoras). Es una compilación de ensayos, poesías, análisis de declaraciones y propuestas para pensar el feminismo no occidental dentro de estructuras y territorios donde el privilegio blanco se normaliza para excluir e invisibilizar las diferencias. Es un texto que en lo personal, da un abanico de posibilidades de ser radical y crítica. Aquí el link de descarga: https://we.riseup.net/assets/168533/este%20puente%20mi%20espalda.pdf
Jael de la Luz
Fuente: Feminopraxis .com
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