¿Por qué mi pensamiento es étnico?
En su columna para Contemporary And (C&) América Latina, Keyna Eleison recuerda que lo intelectual y los lenguajes, así como las formas lógicas y el desarrollo de conceptos y estructuras, están fundamentalmente ligados a una normalidad blanca y masculina.
“Ah, conmigo el mundo va a cambiar. No me gusta como es” Carolina María de Jesús
¿Afrocentrada? ¿Cuántas veces tendré que hablar, caminar y estar en los espacios para que entiendan? ¡Todas las necesarias! Soy racializada. Feminizada. Segmentada. Pero ellos piensan –sí, ellos– piensan que las cosas son así. Y yo soy otra. Y es en cuanto otra que voy a enseñar. Estoy aquí. Aquí, más que muchos de ellos.
Es preciso entender que asumir la negritud y el orgullo de forma completa es una lucha constante. La intelectualidad y los lenguajes, así como las formas lógicas y el desarrollo de conceptos y estructuras, están fundamentalmente ligados a una normalidad blanca y masculina. Considero eso un pensamiento étnico, eurocéntrico y parcial.
Elogio del exotismo: violencia más allá de las sutilezas
Tenemos que estar aquí, compartiendo una estructura que me ubica como otra, el elogio del exotismo. Una violencia más allá de las sutilezas. Y con este vocabulario y lenguaje, la idea de que mi existencia debe pedir permiso a espacios que, como soy parte de la humanidad, ya serían míos. Está incorporada una idea de humanidad que parte de la unidad del hombre como algo específico y que se debe segmentar. Y de esa estructura parto para entender pensamientos étnicos, igualados, o mejor, igualadores.
Hablamos una lengua europea. Establecemos nuestros contornos y posibilidades a partir de una construcción estructurada en una cosmogonía europea. Pero el egregor epistemológico que habita en mí permite el arduo ejercicio de percibir el estancamiento, los violentos intentos de mantener y actualizar ese ser europeizado.
Y asumo que yo soy esta, una persona que debe ser la otra y ve esta otredez (la cosa otra) modulada en la potencia. A partir del hecho de estar viva y creando, establecí que la línea que he asimilado no es sino étnica, eurocéntrico y que puedo y quiero y voy a partir hacia prácticas intelectuales otras.
Es importante resaltar que no son otras prácticas sino práctica otras, ejercicio físico de mover la palabra y su lugar en el mundo.
Negritud y feminidad como lenguaje
Es habitar multiversos. Entender que no hay un afuera, que la exterioridad, que la otredez cabe en el mismo espacio-tiempo y es una línea de pensamiento, y buscar otras, y presentar otras, y ser otras. Y asumir el placer como lenguaje, mi negritud como lenguaje, mi feminidad como lenguaje y elegir quedarse en el campo del arte.
Los pensamientos son pensamientos étnicos. El pensamiento ya no está en la unidad étnica eurocéntrica, vive en la curva del pensamiento y del cuerpo, trabaja la posibilidad de asumir una integralidad de recursos múltiples para percibir los contextos intelectuales que nos llevan a incorporar arte, y al final el campo es ese. Exotizada, otra y étnica: pero una. Eurocentrada, afrodentrante, indigenacentrante. No hay lado de afuera. Estamos todas adentro. Mi pensamiento es étnico, el suyo también.
Keyna Eleison
Curadora, graduada en Filosofía y magíster en Historia del Arte. Narradora, cantante, cronista ancestral y especialista en educación por el arte, relato de historias, obtención de conocimiento de forma oral y herencia Griot y chamánica. Escribe regularmente la columna “Para ojos que pueden ver” en C& América Latina, sitio de publicación de la presente nota.
Traducción del portugués de Nicolás Gelormini